Vivimos en una sociedad con un ritmo de vida acelerado y demandas continuas cada vez más exigentes por parte de nuestro entorno. Al gestionar estas exigencias la mayor parte del tiempo y sin darnos cuenta nos acostumbramos a las reacciones que se dan en nuestro cuerpo frente a ellas, es decir, nos acostumbramos a sentir estrés.

Es importante conocer cuales son los síntomas que el estrés provoca en nosotros para poder ser conscientes de ellos a tiempo real cuando afloren en nosotros,  y de este modo,  poder generar una nueva estrategia de afrontamiento que funcione y nos devuelva el equilibrio.

Vamos a definir el estrés – ¿Qué es el estrés?

El ser humano se encuentra en una continua adaptación a los constantes cambios que se dan en el medio en el que vive. Estos cambios son acontecimientos vitales.

Cuando esos acontecimientos o situaciones son percibidos como negativos y exceden nuestros recursos para afrontarlos se produce una respuesta por parte del organismo llamada “Estrés”. La manera que tiene nuestro cuerpo de manifestar el estrés es a través de reacciones fisiológicas, emocionales, cognitivas y conductuales.

Manifestaciones o síntomas emocionales del estrés:

  • Frustración y mal humor
  • Dificultad para relajarse
  • Baja autoestima, sentimientos de soledad, de poca valía o tristeza.

Manifestaciones o síntomas físicos del estrés:

  • Tensión muscular, dolor muscular.
  • Poca energía, cansancio.
  • Dificultad para conciliar y mantener el sueño.
  • Dolor de cabeza.
  • Molestias estomacales e intestinales que pueden acompañarse de náuseas, diarreas o estreñimiento.
  • Palpitaciones aceleradas, dolor en el pecho.
  • Pérdida del deseo sexual.
  • Enfermar o resfriarse con mayor facilidad.
  • Dificultad para tragar y boca seca.
  • Tensión mandibular  – bruxismo.
  • Manos y pies fríos o sudorosos.
  • Zumbido en los oídos.

Los síntomas cognitivos del estrés son:

  • Preocupación constante.
  • Incapacidad para concentrarse
  • Olvido
  • Pesimismo

Síntomas conductuales de estrés incluyen:

  • Comportamientos nerviosos como tics, morderse las uñas, movimiento constante.
  • Falta de apetito o sobreingesta de alimentos.
  • Evitar o dilatar en el tiempo responsabilidades.
  • Aumento de consumo de cigarrillos, alcohol o drogas.

¿Qué ocurre cuando el estrés se queda con nosotros más tiempo del que desearíamos?

Cuando sufrimos estrés a largo plazo o constantemente, éste puede causar o exacerbar muchos problemas graves de salud:

  • Enfermedades cardiovasculares (problemas de corazón, aumento de la presión arterial, arritmias, accidentes cerebrovasculares y ataques de corazón.
  • Depresión, ansiedad, trastornos de personalidad.
  • Trastornos alimenticios (obesidad, anorexia..)
  • Problemas menstruales.
  • Alteraciones intestinales (Gastritis, colon irritable, colitis ulcerosa..)
  • La disfunción sexual, (disfunción eréctil, eyaculación precoz en los hombres y la pérdida del deseo sexual tanto en hombres y mujeres).
  • Alteraciones dermatológicas (psoriasis, pérdida permanente del pelo, acné).

Es muy importante que conozcamos cuales son los peligros que el estrés sostenido produce en nuestras vidas o en nuestro organismo.

Espero que este aprendizaje os alerte sobre las consecuencias peligrosas del estrés continuado. Si quieres ampliar más sobre él, puedes ver cuales son las principales causas del estrés aquí o en aquellos casos donde nos supera, saber como es el tratamiento psicológico del estrés.